domingo, 21 de agosto de 2011

Sesión del Viernes 19



La sesión del viernes último de la academia consistió en leer el "arte poética" de algunos autores, luego había que escribir nuestra propia arte poética.. He aquí los poemas leídos:

ARS POETIQUE
Rodrigo Lira
para la galería imaginaria

Que el verso sea como una ganzúa
Para entrar a robar de noche
Al diccionario a la luz
De una linterna
............... sorda como
Tapia
.......... Muro de los Lamentos
Lamidos
........ Paredes de Oído!
........ cae un Rocket ... pasa un Mirage
........ los ventanales quedaron temblando
Estamos en el siglo de las neuras y las siglas
.................................................y las siglas
son los nervios, son los nervios
El vigor verdadero reside en el bolsillo
..................................es la chequera
El músculo se vende con paquetes por Correos
la ambición
............ no descansa la poesía
................................. está c
...........................................ol
........................................... g
.......................................... an
............................................ do
en la dirección de Bibliotecas Archivos y Museos de Artículos de lujo, de primera necesidad,
.............................oh, poetas! No cantéis
a las rosas, oh, dejadlas madurar y hacedlas
mermelada de mosqueta en el poema
El Autor pide al Lector diScurpas por la molestia (Su Propinaes Misuerdo)


SÍ, SOY UN LADRÓN DE IDEAS
Bob Dylan
no, lo juro, un ladrón de almas
he construido y reconstruido
sobre lo que está esperando
porque la arena de las playas
esculpe muchos castillos
sobre lo que ha estado abierto
antes de mi llegada
una palabra, una canción, una historia, un verso
llaves en el viento para abrir mi mente
y para otorgar un aire de patio trasero
a mis pensamientos de armario
no es mi estilo sentarme a deliberar
perdiendo el tiempo haciendo preguntas
pensando pensamientos que no hayan sido ya pensados
pensando sueños que no hayan sido soñados
y nuevas ideas que no hayan sido ya escritas
y nuevas palabras para hacerlas rimar
(si riman, riman
si no, no
si pegan, pegan
si no, no)
No, yo debo reaccionar y escupir rápidamente
con armas de palabras
envueltas en canciones
que han rodado a través de los años sencillos
importunándome para que las trate bien
para que las reforme y las vuelva a templar
para proteger mi propio mundo
de las bocas de todos aquellos
que se lo comerían
y contenerlo para que no se coma su propia comida
(¿influencias?
cientos miles
quizá millones
porque todas las canciones conducen al mar
y por un tiempo no hubo
voz cantante que lo imitara)
sacar nuevos sonidos de los viejos sonidos
y nuevas palabras de las viejas palabras
y no preocuparse de las nuevas reglas
porque aún no están hechas
y gritar con mi mente cantante
sabiendo que somos yo y los de mi clase
los que haremos esas reglas...
si la gente de mañana
necesita verdaderamente las reglas de hoy
reúnanse todos los fiscales
el mundo no es sino la sala de un tribunal

pero yo conozco a los acusados mejor que ustedes
y mientras estén ocupados juzgando
nosotros lo estaremos silbando
limpiando el juzgado
barriendo barriendo
escuchando escuchando
guiñándonos los ojos unos a otros
cuidado
cuidado
vuestro lugar llegará pronto.


ARTE POÉTICA
Vicente Huidobro
Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema ;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.
El Poeta es un pequeño Dios.



ARTE POÉTICA
Juan Gelman
Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,
como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.
A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.
Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.



MANIFIESTO
Nicanor Parra
Señoras y señores
Ésta es nuestra última palabra.
—Nuestra primera y última palabra—
Los poetas bajaron del Olimpo.
Para nuestros mayores
La poesía fue un objeto de lujo
Pero para nosotros
Es un artículo de primera necesidad:
No podemos vivir sin poesía.
A diferencia de nuestros mayores
—Y esto lo digo con todo respeto—
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.
Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días
No creemos en signos cabalísticos.
Además una cosa:
El poeta está ahí
Para que el árbol no crezca torcido.
Éste es nuestro mensaje.
Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
Al poeta Barata
Al poeta Ratón de Biblioteca.
Todos estos señores
—Y esto lo digo con mucho respeto—
Deben ser procesados y juzgados
Por construir castillos en el aire
Por malgastar el espacio y el tiempo
Redactando sonetos a la luna
Por agrupar palabras al azar
A la última moda de París.
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
Nace en el corazón del corazón.
Nosotros repudiamos
La poesía de gafas obscuras
La poesía de capa y espada
La poesía de sombrero alón.
Propiciamos en cambio
La poesía a ojo desnudo
La poesía a pecho descubierto
La poesía a cabeza desnuda.
No creemos en ninfas ni tritones.
La poesía tiene que ser esto:
Una muchacha rodeada de espigas
O no ser absolutamente nada.
Ahora bien, en el plano político
Ellos, nuestros abuelos inmediatos,
¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!
Se refractaron y se dispersaron
Al pasar por el prisma de cristal.
Unos pocos se hicieron comunistas.
Yo no sé si lo fueron realmente.
Supongamos que fueron comunistas,
Lo que sé es una cosa:
Que no fueron poetas populares,
Fueron unos reverendos poetas burgueses.
Hay que decir las cosas como son:
Sólo uno que otro
Supo llegar al corazón del pueblo.
Cada vez que pudieron
Se declararon de palabra y de hecho
Contra la poesía dirigida
Contra la poesía del presente
Contra la poesía proletaria.
Aceptemos que fueron comunistas
Pero la poesía fue un desastre
Surrealismo de segunda mano
Decadentismo de tercera mano,
Tablas viejas devueltas por el mar.
Poesía adjetiva
Poesía nasal y gutural
Poesía arbitraria
Poesía copiada de los libros
Poesía basada
En la revolución de la palabra
En circunstancias de que debe fundarse
En la revolución de las ideas.
Poesía de círculo vicioso
Para media docena de elegidos:
«Libertad absoluta de expresión».
Hoy nos hacemos cruces preguntando
Para qué escribirían esas cosas
¿Para asustar al pequeño burgués?
¡Tiempo perdido miserablemente!
El pequeño burgués no reacciona
Sino cuando se trata del estómago.
¡Qué lo van a asustar con poesías!
La situación es ésta:
Mientras ellos estaban
Por una poesía del crepúsculo
Por una poesía de la noche
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Éste es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual
La poesía alcanza para todos.
Nada más, compañeros
Nosotros condenamos
—Y esto sí que lo digo con respeto—
La poesía de pequeño dios
La poesía de vaca sagrada
La poesía de toro furioso.
Contra la poesía de las nubes
Nosotros oponemos
La poesía de la tierra firme
—Cabeza fría, corazón caliente
Somos tierrafirmistas decididos—
Contra la poesía de café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.
Los poetas bajaron del Olimpo.



ARTE POETICA
Pablo Neruda
Entre sombra y espacio, entre guarniciones y doncellas,
dotado de corazón singular y sueños funestos,
precipitadamente pálido, marchito en la frente,
y con luto de viudo furioso por cada día de mi vida,
ay, para cada agua invisible que bebo soñolientamente
y de todo sonido que acojo temblando,
tengo la misma sed ausente y la misma fiebre fría,
un oído que nace, una angustia indirecta,
como si llegaran ladrones o fantasmas,
y en una cáscara de extensión fija y profunda,
como un camarero humillado, como una campana un poco ronca,
como un espejo viejo, como un olor de casa sola
en la que los huéspedes entran de noche perdidamente ebrios,
y hay un olor de ropa tirada al suelo, y una ausencia de flores,
-posiblemente de otro modo aún menos melancólico-,
pero, la verdad, de pronto, el viento que azota mi pecho,
las noches de substancia infinita caídas en mi dormitorio,
el ruido de un día que arde con sacrificio
me piden lo profético que hay en mí, con melancolía
y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos
hay, y un movimiento sin tregua, y un nombre confuso.



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