lunes, 10 de febrero de 2014

El ventanal

Había olvidado el paisaje
desde tus ventanales,
el horizonte recto
perdiéndose en la línea gris
 …gris de mis tiempos
 gris de mis días

los árboles espesos reflejándose en la franja del río
 …río de recuerdos
 río de esperanzas

Y de este lado de tu ventanal
tus mesas y pupitres
con todos los sueños
algunos cumplidos,
otros olvidados
muchos malogrados

Había olvidado tus risas
había olvidado tus nervios

Arrebato de melancolía,
de nostalgia,
un rápido recuento
el corazón apretado
la respiración cortada

Y la paz volvió, pero con sombras.

                         Marilís Bareiro

Lo bueno de la lluvia

Un dejo de melancolía
envuelve mi corazón,
no sé si debe ser este clima
o tan solo es el corazón que
como siempre te llama.
Te llama desde lejos,
te llama desde lo profundo.
Te busca entre la gente,
te busca entre las cosas.
Compara a cada instante
si esto o aquello
seria lo mismo estando
tú al lado.
Pequeñas trampas de los recuerdos,
igual que estos versos,
sólo afloran en el momento oportuno
cuando todo se estaba poniendo tieso,
e intentan salvar, rememorando,
lo que se estaba perdiendo.
No sé si será tan solo ocurrencia mía,
o en los días de lluvia, como que
caen las caretas, dejando ver las
cicatrices que ocultaban...
No lo sé, pero vale la pena entonces
que llueva a cántaros si quiere.
Para ver si así no nos conmueve
ver nuestras falsas verdades corriendo por entre los raudales
y sintiendo a carne propia
nuestras autenticas verdades...

                         Esteban Miranda

Prolegómenos a una muerte segura

Un psicoanálisis perdido en las fauces de un ser indómito
Se levantan las sábanas
Aullando al perdido
en un jolgorio oscuro
de una vela sostenida
Aquel ser:
Detrás del yo
de las llamadas
y lo incognoscible.
Algunos poetas
algunas canciones
algunas notas y oraciones
gestan la introducción.
Rosas transparentes.
El extraño
La sangre que baja
las paredes.
Con los ojos podridos
y sus venas entumecidas
en las hojas afiladas.

                          Belén Burgos

domingo, 27 de noviembre de 2011

Un poema de Sergio Sarmiento (Chile)

Vuelo de prueba

Pensaba escribir acerca de las gaviotas,
nada romántico, por supuesto:
únicamente detallar cómo sus huesos
se flectan al momento de emprender el vuelo,
posición de las plumas, tensión de las alas.
Pero tarde sopesé
mi escaso conocimiento ornitológico.

En el poema, la gaviota no alcanza a volar.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Capítulo 7 (Rayuela)

    Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

     Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

sábado, 3 de septiembre de 2011

L´Oiseau-qui-n´-existe-pas - Claude Aveline

Y este es el retrato del pajaro que no existe. No es su culpa si Dios, que todo lo ha hecho, se olvidó de hacerlo a él. Se parece a muchos otros pájaros porque las criaturas que no existen se parecen a la que existen ya. Pero las que no existen no poseen un nombre y he aquí porqué este pajaro se llama el pajaro que no existe;  y he aquí el porqué de su tristeza. Quiza duerme, o espera que se le permita existir. Él quisiera saber si puede abrir el pico, si tiene alas, si puede sumergirse en el agua sin perder sus colores, como los pajaros de verdad.Quisiera oirse cantar, y conocer el miedo de morir algún día. Querria poder hacer unos cuantos pajaritos, muy feos pero llenos de vida. El sueño de un pajaro que no existe es dejar de ser un sueño.